Jaime Sabines Gutiérrez
(Tuxtla Gutiérrez,
Chiapas, 25 de marzo de
1926 - Ciudad de México;
19 de marzo de 1999) fue
un poeta y político
mexicano.
Jaime Sabines es
considerado uno de los
grandes poetas mexicanos
del siglo XX. En vida,
tuvo un asombroso éxito
entre los lectores, y
tras su muerte, su obra
ha quedado sembrada en
la tradición poética de
nuestro tiempo.
Su padre, Julio Sabines,
nació en el Líbano y
emigró con sus padres y
sus dos hermanos a Cuba.
En 1914 se trasladó a
México, donde participó
en la Revolución. En
Chiapas conoció a Luz
Gutiérrez, nieta de
Joaquín Miguel
Gutiérrez, militar y
gobernador del estado en
cuyo honor la capital
estatal, Tuxtla
Gutiérrez, lleva su
nombre. Tuvieron tres
hijos: Juan, Jorge y
Jaime.
Julio Sabines, un hombre
sencillo y trabajador,
fomentó en su hijo el
gusto por la literatura.
El mismo Sabines habla
de él como una de las
razones por las cuales
se dedicó a escribir
poesía. En el poema Algo
sobre la muerte del
mayor Sabines -mismo que
el poeta reconocía como
su mejor creación-
Sabines nos habla de la
muerte de su padre, pero
más que eso, también de
la importancia que tuvo
éste en su vida.
Su padre murió el 30 de
octubre de 1961 y, tan
sólo cinco años después,
en 1966, murió su madre.
El duelo ante la muerte
de la madre, de nuevo,
aparece en su escritura
en su poema Doña Luz.
En 1945 viajó a la
Ciudad de México para
comenzar sus estudios
como médico. Mientras
estudiaba, se dio cuenta
que la carrera de
medicina no era para él;
poco después comenzó su
carrera como escritor.
Regresó a Chiapas por
una corta temporada y
estuvo trabajando en la
tienda de telas El
Modelo, propiedad de su
hermano Juan, en donde
escribió su célebre
poema Tarumba.
En 1953, de nuevo en la
Ciudad de México, se
casó con Josefa «Chepita»
Rodríguez Zebadúa, con
quien tuvo cuatro hijos:
Julio, Julieta, Judith y
Jazmín. En este mismo
año, trabajando durante
el día como vendedor de
tela, escribía poesía.
Un hombre sencillo,
vivía como la gente
común, inserto en la
cotidianidad urbana.
Con el tiempo, obtuvo
reconocimiento entre sus
contemporáneos y sus
lectores. Fue becario
del Centro Mexicano de
Escritores, de 1964 a
1965 y obtuvo el Premio
Chiapas, otorgado por El
Ateneo de Ciencias y
Artes de Chiapas, en
1959. En 1972, recibió
el Xavier Villaurrutia;
el Elías Sourasky en
1982; el Premio Nacional
de Ciencias y Artes
Lingüísticas y
Literatura en 1983; la
presea Ciudad de México
en 1991, la medalla
Belisario Domínguez en
1994, y en 1996, le
otorgaron el Premio
Mazatlán de Literatura.
Fue un poeta reconocido
y querido por sus
lectores y laureado por
los críticos y
estudiosos de las
letras. Del 28 de junio
al 1 de agosto de 1986
se realizaron varios
eventos en su honor. En
1991, se celebró el
Encuentro de Poesía
Jaime Sabines, y cuando
el poeta cumplió los 70
años, el gobierno del
Distrito Federal
organizó un homenaje.
Falleció el 19 de marzo
de 1999 en la Ciudad de
México, tras varios años
de enfermedades, a la
edad de 72 años.
Sus primeros pasos por
la poesía fueron
Introspección, A mi
madre, Siento que te
pierdo y Primaveral, los
anteriores fueron
publicados en el
periódico El Estudiante,
una publicación de las
sociedades estudiantiles
de la Escuela Normal y
de la Preparatoria de
Tuxtla Gutiérrez.
En 1949 regresa a la
Ciudad de México para
ingresar a la
licenciatura en «Lengua
y literatura española»
en la Facultad de
Filosofía y Letras de la
Universidad Nacional
Autónoma de México. Fue
alumno de Julio Torri,
Agustín Yáñez, José Gaos
y Eduardo Nicol. Entre
sus compañeros de clase,
destacan los nombres de
Emilio Carballido,
Sergio Magaña, Sergio
Galindo, Rosario
Castellanos y Ramón
Xirau.1 La generación de
Jaime Sabines -poetas,
novelistas, dramaturgos,
se reunía en un taller
literario con Efrén
Hernández.
Entre sus influencias
literarias se cuentan
Ramón López Velarde,
Rafael Alberti, Aldous
Huxley, James Joyce, y
en mayor medida Pablo
Neruda.
En 1949 publicó Horal,
su primer poemario.
Carlos Pellicer le
ofreció prologar la
edición, pero Sabines
rechazó la oferta pues
deseaba que su obra se
afirmara en méritos
propios, y no en
prestigios ajenos. En
1951 es publicado su
libro titulado La Señal.
En el año de 1952
regresa a Chiapas debido
a que su padre sufre un
accidente, por lo tanto
no puede terminar su
carrera. Sin embargo, en
1952 aparece su libro
Adán y Eva, su primera
incursión en la poesía
en prosa, del que
afirmó:
"Yo quería hacer una
poesía lo más
independiente de las
palabras, que resistiera
cualquier traducción y
es a través de la prosa,
-cuyo ritmo es el que
más se acerca al de la
sangre- donde se
consigue mejor."
En 1954 se publicó uno
de sus libros, quizá el
menos entendido en su
país y el más apreciado
fuera de él, Tarumba.
Sabines sufre un
accidente al caer por
una escalera, en él se
rompió una pierna y se
fracturó la cadera, con
lo que dio comienzo una
vida de sufrimiento y de
dolor.
Después de siete años de
vivir en Tuxtla, regresa
a la Ciudad de México en
donde escribe Diario
Semanario. En el año de
1966 muere su madre,
Doña Luz Gutiérrez, y en
1967 se publica la
primera edición de Yuria.
Jaime Sabines era
conocido como «El
francotirador de la
literatura» por
pertenecer a un grupo
que transformaba la
literatura en realidad.
Sus escritos se basaron
en su presencia en
diversos lugares
cotidianos como la
calle, hospitales,
patios, etcétera.
Fue diputado federal por
el I Distrito Electoral
Federal de Chiapas a la
L Legislatura de 1976 a
1979 y diputado en el
Congreso de la Unión en
1988 por el Distrito
Federal. En ocasión de
su fallecimiento, el
entonces presidente de
México, Ernesto Zedillo,
lo calificó como uno de
los más importantes
poetas del país en el
siglo XX. |